Como cada mañana después de hacerme el café, y sentarme un momento en el sofá
a repasar mi Facebook y mi correo, me encontré en un viaje al pasado y a los
sentimientos, recuerdos casi olvidados, de otra boca, en otro blog. He creído
oportuno y espero que a Yolanda, así se llama la chica que lo escribe, no le
importe que yo lo comparta con vosotr@s. Me ha emocionado sentir que no era yo
quien lo escribía, y para bien o para mal, no somos solo una la que vive
experiencias similares, casi idénticas, humanas, sentidas y tan cercanas. Aún
más cuando he leído, que su pequeña también tiene un sd de digeorge, este
cromosoma, fruto del descuido genético y que dio luz a mi hijo, y a otros
tantos niños. Sí, porque Sd di George es un cachito que falta, invisible al
ojo, que se olvidó en el momento de la creación de este fenómeno que tengo de
hijo. Y así nació él, tal y como es, fabuloso, divertido, coherente, tenaz,
exigente,... simplemente genial.
Comparto con vosotros el blog de Yolanda, sincero y lleno de
emociones.
-33% no somos iguales
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