Apenas tiempo me queda para escribir en mi blog, y pasan los días, y tantas
cosas os explicaría, voy a resumir. Hace dos años y después de mucho pelear
conseguimos la logopeda del CREDA y es fantástica. Se llama Montse y trabaja
con él dos veces en semana. Los progresos son lentos pero se nota una larga
evolución y un arduo trabajo de ambos. Estoy súper contenta. Del colegio ni
hablemos, todos los profes yo ayudan mucho y su currículo individualizado va
dando sus frutos. Ha de ser complicado y creo que tanto mi hijo como el colegio
merecen una mención a este trabajo y esfuerzo.
Ayer leíamos. Creo que es, en meses el primer momento que tengo un rato para
sentarme por fin, y coger el libro y ayudarle a leer. ES así de triste, pero es
así. Y ayer por fin, nos sentamos en el coche, mientras Queralt hace sus clase
de hip hop, y Dídac y yo nos dedicamos y jugar a sumas, y luego a leer. Mientras
yo le ayudaba el me leía las letras, una a una. La última vez estuvimos más de
una hora para pocas páginas de línea, pero esta vez, casi no me daba tiempo que
ya había leído las letras y alguna palabra. Sorprendida le felicitaba y cada
felicitación se esforzaba más y más por hacerlo mejor, por leer esa palabra
mejor. Súper contento, súper orgulloso.
Y paso a paso, y dando gracias, porque este invierno no nos han molestado
apenas los microbios, porque este año ha sido un poco mejor, porque ya estamos
en primavera y vuelvo a sonreír, todo avanza, mi peque crece, y yo ... la
normalidad va llegando.
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